viernes, 27 de mayo de 2011
La Fed 'regaló' créditos a varios bancos tras la caída de Lehman
Una prueba más de que el concepto de escasez,sobre el que se sustenta toda la economía, es falso.También prueba que la Fed, al igual que el BCE o el Banco de Inglaterra, es un club privado, en cuyas manos está nada menos que la creación del dinero de la nada, y por tanto, del dominio de los gobiernos del mundo. Eso sí, los miembros de este selecto club no pueden caer. Así que creamos de la nada algunos billones de euros.
Vaya usted a su banco a pedir un crédito, a ver lo que le dicen.
http://www.expansion.com/2011/05/26/empresas/banca/1306438392.html#
miércoles, 18 de mayo de 2011
La rebelión de las ovejas
lunes, 31 de mayo de 2010
Las dos tendencias
Es evidente que la realidad fenoménica que experimentamos está determinada por nuestra capacidad de elección, teóricamente libre, sobre el devenir de nuestra existencia.
La capacidad de elegir es el mayor don que poseemos, y que frecuentemente ignoramos.
Podemos decir entonces, que, como respuesta a cada estímulo externo o interno, bien sean eventos que requieren de nuestro posicionamiento ante ellos, o cualquier tipo de situaciones que nos demande una intervención por nuestra parte, surgen infinitas posibilidades de respuesta, pero que básicamente podríamos decir que se insertan en una escala determinada por dos polos, que son la esencia de lo que conocemos como realidad dual, en la que existimos.
Según nos dicte nuestra conciencia, y esto es literal, decidiremos responder a un estímulo dado de entre una infinita gama de respuestas, pero escogeremos aquella que está más en resonancia con lo que somos en ese momentos, es decir, aquella que está más polarizada con lo que creemos ser en ese instante. Si dibujáramos una línea infinita horizontal, a un extremo de la línea estará la respuesta extremadamente mala, y a otro la extremadamente buena, por ponerlo así solo a efectos de su mejor comprensión, en términos relativos. Entre esos dos puntos, todos los infinitos puntos posibles en la dualidad.
Las respuestas posibles vendrán dadas por cual es nuestra conciencia de la realidad actual, la cual está mediatizada, al menos al inicio del proceso de expansión personal,por todos los condicionamientos y programaciones a los que la persona ha sido sometida desde la cuna. Más tarde, sin embargo,cuando la expansión sea mayor, y la persona sea cada vez más auténtica,los condicionamientos van siendo limpiados, por capas de profundidad del inconsciente, haciendo que éstos salgan a la luz, y queden al descubierto, perdiendo entonces toda su fuerza.
Esto que acabo de explicar de forma tan sencilla, no lo es tanto en la práctica vital diaria. aunque en honor a la verdad diré que cada día que pasa es más fácil. Que el lector lo juzgue.
Existen pues dos tendencias direccionales, que yo denomino como “a favor de corriente” y “contra corriente”. ¿Y cuál es la corriente que tomo de punto de referencia? Ni más ni menos que las leyes que rigen el universo. Aquellos principios supremos que posibilitan la vida en perfecta armonía. Los primeros juristas de la historia lo llamarían el Derecho Natural, aquel sobre el que debiera basarse todo el orden social, pero que no es así para nada en la realidad, como tenemos ocasión de comprobar por un mero acto de observación.
Ambas tendencias son correctas desde el punto de vista del Creador o Absoluto, si bien a los ojos relativos de las personas, una aparece como positiva, y la otra como negativa. Y funcionalmente es así, pero desde el punto de vista del Creador, no existe tal diferenciación. Toda la Creación es por definición positiva, y lo negativo no es más que una ausencia de lo positivo, en mayor o menor medida, nada más.
La existencia es afirmativa, la vida es afirmativa. Ésta se expresa a sí misma y ello es una afirmación de sí.
Respecto a las leyes que rigen el universo, serán tratadas en otro capítulo. Baste aquí señalar que en toda elección, existe una tendencia natural, por ir ésta en sintonía perfecta con dichas leyes, y existe una tendencia que no lo es, por ir en contra.
Ir contra estas leyes o principios es tanto como ir, literalmente, contra toda la energía del universo. De ahí que todo lo que sea elegir tendencias contracorriente, requiera un enorme gasto de energía, un grandísimo esfuerzo, y cuanto más se avance en el tiempo en esta tendencia, esto generará inevitablemente tensión, sufrimiento, malestar, enfermedad y finalmente muerte.
Es por eso que muchas de las antiguas tradiciones filosóficas orientales, como el budismo, enseñan que no se puede ir contra lo que es. La razón es que todo lo que sea emplear mi tiempo, mi energía, y mis recursos en no aceptar lo que es, y en querer imponer a la realidad aquello que yo quiero, es ir a contracorriente.
Es una guerra perdida antes de lucharla, ya que es una lucha contra mi propia naturaleza.
Aunque en la superficie pueda parecer que voy ganando batallas, y que voy consiguiendo lo que quería, esto conlleva sufrimiento, y si uno está atento se dará cuenta de que esto no trae la felicidad, por la sencilla razón de que uno ya es felicidad en esencia, y lo único que ha de hacer para ser feliz es vivir esa felicidad que ya es, y que no ha de buscar en ningún sitio.
Siguiendo la tendencia de lo que aparece como positivo o correcto, según la naturaleza fractal de la realidad, se accede al tronco, luego a la raíz, luego a la tierra o campo, y más profundo en la campo, a la causa del campo.
Una vez se viva uno desde la causa del campo, o nivel causal, se cierra el círculo perfecto de relación en el que yo soy la causa y la consecuencia a la misma vez. Es mi naturaleza esencial la que es causa de mí, y consecuencia a la vez.
Esta naturaleza esencial es un proceso, una relación, descrito en una formulación matemática perfecta, cuya razón son los principios de movimiento o acción que se retroalimenta, continua y eternamente, fuera de tiempo y espacio, ya que es causa de éstos, Tanto tiempo como espacio solo tienen sentido como consecuencia.
Esta iluminación no es un acto simple, sino un proceso, que como se puede deducir por lo expuesto hasta ahora, no tiene fin, ya que el fin estaría en el extremo de la línea de tendencias que imaginariamente dibujábamos al principio del capítulo, o cruzando el último horizonte de eventos de la naturaleza fractal, que por definición, no existe como tal. Solo existe tendencia y retroalimentación.